En las estrellas

Me gustaría compartir un relato que escribí cuando tenía 16 años, se publicó en la revista del instituto donde estudiaba en junio del año 1999.

Es uno de los amaneceres más bellos que he contemplado nunca.
El brillo de la luna reflejada en el mar hace que me estremezca.
Sentada en una alta roca aún recuerdo cuando, juntos de la mano, paseábamos por esta blanca playa.
Un escalofrío me recorre la espalda al recordarte.
Comienza a llover; pequeñas gotas caen sin cesar al mar, pero yo permanezco inmutable.
Recuerdo las puestas de sol que contemplábamos juntos. Llueve con más intensidad.
Recuerdo las horas silenciosas que pasamos juntos, ya que mirándonos a los ojos nos decíamos todo. El mar suspira.
Recuerdo la felicidad, nunca comparable a nada, que sentía a tu lado. La brisa es agradable.
Sentados en al arena pensábamos en proyectos para el futuro que con ilusión cumpliríamos.
No volverán los paseos, ni las horas silenciosas, ni los proyectos, ni aquella felicidad; pues todo es parte del pasado que se ha ido contigo allá arriba y ahora sólo quedan los recuerdos.
Miro al cielo y pienso que estarás (como decías) en algún lugar cerca de las estrellas.
Lágrimas resbalan por mis mejillas mezclándose con la lluvia.
Mi cabeza da vueltas a la firme decisión que he tomado y que voy a cumplir.
Miro hacia abajo y contemplo cómo las embravecidas olas chocan contra las rocas salpicando blanca espuma.
Ya no tengo miedo pues sé que voy a verte, y eso me anima.
De pie noto como mi cuerpo vuela hasta llegar a las rocas de abajo.

Sólo una cosa:
- Espérame. Pronto estaré a tu lado...