jueves, 26 de febrero de 2015

Este es Nacho Mirás




Me encanta Nacho, ya lo sabéis, creo que es un ejemplo de lucha y superación con optimismo y con esa retranca que le caracteriza.
Cuántos "Nachos" debería haber para que fuera el mundo un poquito mejor, si no conocéis su libro ya tardáis en haceros con él.
Yo tengo un deseo: Me encantaría que Nacho me lo dedicara...

lunes, 23 de febrero de 2015

Oliver Sacks: De mi propia vida



Hace un mes me encontraba bien de salud, incluso francamente bien. A mis 81 años, seguía nadando un kilómetro y medio cada día. Pero mi suerte tenía un límite: poco después me enteré de que tengo metástasis múltiples en el hígado. Hace nueve años me descubrieron en el ojo un tumor poco frecuente, un melanoma ocular. Aunque la radiación y el tratamiento de láser a los que me sometí para eliminarlo acabaron por dejarme ciego de ese ojo, es muy raro que ese tipo de tumor se reproduzca. Pues bien, yo pertenezco al desafortunado 2%.

Doy gracias por haber disfrutado de nueve años de buena salud y productividad desde el diagnóstico inicial, pero ha llegado el momento de enfrentarme de cerca a la muerte. Las metástasis ocupan un tercio de mi hígado, y, aunque se puede retrasar su avance, son un tipo de cáncer que no puede detenerse. De modo que debo decidir cómo vivir los meses que me quedan. Tengo que vivirlos de la manera más rica, intensa y productiva que pueda. Me sirven de estímulo las palabras de uno de mis filósofos favoritos, David Hume, que, al saber que estaba mortalmente enfermo, a los 65 años, escribió una breve autobiografía, en un solo día de abril de 1776. La tituló De mi propia vida.

“Imagino un rápido deterioro”, escribió. “Mi trastorno me ha producido muy poco dolor; y, lo que es aún más raro, a pesar de mi gran empeoramiento, mi ánimo no ha decaído ni por un instante. Poseo la misma pasión de siempre por el estudio y gozo igual de la compañía de otros”.

He tenido la inmensa suerte de vivir más allá de los 80 años, y esos 15 años más que los que vivió Hume han sido tan ricos en el trabajo como en el amor. En ese tiempo he publicado cinco libros y he terminado una autobiografía (bastante más larga que las breves páginas de Hume) que se publicará esta primavera; y tengo unos cuantos libros más casi terminados.

Hume continuaba: “Soy... un hombre de temperamento dócil, de genio controlado, de carácter abierto, sociable y alegre, capaz de sentir afecto pero poco dado al odio, y de gran moderación en todas mis pasiones”.


En este aspecto soy distinto de Hume. Si bien he tenido relaciones amorosas y amistades, y no tengo auténticos enemigos, no puedo decir (ni podría decirlo nadie que me conozca) que soy un hombre de temperamento dócil. Al contrario, soy una persona vehemente, de violentos entusiasmos y una absoluta falta de contención en todas mis pasiones.

Sin embargo, hay una frase en el ensayo de Hume con la que estoy especialmente de acuerdo: “Es difícil”, escribió, “sentir más desapego por la vida del que siento ahora”.

En los últimos días he podido ver mi vida igual que si la observara desde una gran altura, como una especie de paisaje, y con una percepción cada vez más profunda de la relación entre todas sus partes. Ahora bien, ello no significa que la dé por terminada.

Por el contrario, me siento increíblemente vivo, y deseo y espero, en el tiempo que me queda, estrechar mis amistades, despedirme de las personas a las que quiero, escribir más, viajar si tengo fuerza suficiente, adquirir nuevos niveles de comprensión y conocimiento.

Eso quiere decir que tendré que ser audaz, claro y directo, y tratar de arreglar mis cuentas con el mundo. Pero también dispondré de tiempo para divertirme (e incluso para hacer el tonto).

De pronto me siento centrado y clarividente. No tengo tiempo para nada que sea superfluo. Debo dar prioridad a mi trabajo, a mis amigos y a mí mismo. Voy a dejar de ver el informativo de televisión todas las noches. Voy a dejar de prestar atención a la política y los debates sobre el calentamiento global.

No es indiferencia sino distanciamiento; sigo estando muy preocupado por Oriente Próximo, el calentamiento global, las desigualdades crecientes, pero ya no son asunto mío; son cosa del futuro. Me alegro cuando conozco a jóvenes de talento, incluso al que me hizo la biopsia y diagnosticó mis metástasis. Tengo la sensación de que el futuro está en buenas manos.

Soy cada vez más consciente, desde hace unos 10 años, de las muertes que se producen entre mis contemporáneos. Mi generación está ya de salida, y cada fallecimiento lo he sentido como un desprendimiento, un desgarro de parte de mí mismo. Cuando hayamos desaparecido no habrá nadie como nosotros, pero, por supuesto, nunca hay nadie igual a otros. Cuando una persona muere, es imposible reemplazarla. Deja un agujero que no se puede llenar, porque el destino de cada ser humano —el destino genético y neural— es ser un individuo único, trazar su propio camino, vivir su propia vida, morir su propia muerte.

No puedo fingir que no tengo miedo. Pero el sentimiento que predomina en mí es la gratitud. He amado y he sido amado; he recibido mucho y he dado algo a cambio; he leído, y viajado, y pensado, y escrito. He tenido relación con el mundo, la especial relación de los escritores y los lectores.

Y, sobre todo, he sido un ser sensible, un animal pensante en este hermoso planeta, y eso, por sí solo, ha sido un enorme privilegio y una aventura.


Oliver Sacks, catedrático de Neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, es autor de numerosos libros, entre ellos Despertares y El hombre que confundió a su mujer con un sombrero.

© Oliver Sacks, 2015.

Este artículo se publicó originalmente en The New York Times.

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

sábado, 21 de febrero de 2015

Cena de San Valentín


Comienza la cena...

No era una sorpresa que este año Óscar iba a preparar una cena en la noche de San Valentín pero lo que sí fue una sorpresa fueron los platos que me encontré: la presentación, la combinación de sabores y lo novedoso de los mismos. Lo mejor de todo es que lo hizo todo él (desde el primero hasta el postre, pasando por el menú audiovisual que luego veréis), se metió en la cocina no se cuantas horas jejeje.
No era una típica cena, eran unos platos de los que se hacen para ese día.
Como una imagen vale más que mil palabras que os pudiera contar os muestro unas cuantas...

Pan y velas
Tarta de provolone con base de tomate confitado artesano
 Foie de pato con mermelada de frambuesa
Solomillo a la pimienta

Cesta de chocolate con fresas

Una presentación en la tablet me enseñó que platos iban llegando:



Aluciné mucho con la cesta de chocolate donde iban las fresas, tazones de chocolate que hizo a mano y que se comían como un huevo kinder. Presentación de 10!


jueves, 19 de febrero de 2015

Berto y su nariz





Me encanta Berto Romero, este monólogo aunque es de hace tiempo me gusta mucho y lo quería compartir.
Vamos a poner una sonrisa al jueves :)

domingo, 15 de febrero de 2015

Resumiendo... en imágenes




1. Mi perfume y estrellas decorativas
2. La luz de Candela y sus #microcuentos
3. Autofoto
4. Seleccionando fotos
5. Creme brulée
6. Bola del mundo sweet
7. Botas aztecas
8. Queso de Tronchón
9. Toque de color a la oficina

jueves, 12 de febrero de 2015

Felicidades flaco







Felicidades Joaquín Sabina!!! 66 cumpleaños :)
Nos vemos pronto en Zaragoza!!

#Happy

martes, 10 de febrero de 2015

La última película vista...



Allan Karlsson, un anciano de cien años, vestido con su mejor traje y unas pantuflas, se escapa de la residencia por una ventana dejando plantados al alcalde y a la prensa local. No está dispuesto a renunciar al placer de vivir y, aunque no sabe dónde ir, se lanza a la aventura. A lo largo de su larga e intensa vida ha tenido experiencias muy singulares: inverosímiles encuentros con personajes como Franco, Stalin o Churchill, amistades comprometedoras como la esposa de Mao. Además, ha desempeñado actividades de alto riesgo como agente de la CIA o como ayudante de Oppenheimer en la fabricación de la bomba atómica (Extraído de Filmaffinity)



Me ha encantado esta película, me ha recordado en sus puntos de humor un poquito al "Gran Hotel Budapest". En algunos momentos desternillante.
Muy original, no me esperaba este guión y me sorprendió gratamente.
Recomendable 100%

sábado, 7 de febrero de 2015

Escapada al Monasterio de Rueda (II parte)

 
Pequeños hoteles con carácter
La cena
Ensalada de curados con vinagreta de paté de aceitunas y aderezo de módena
Lentejas estofadas al estilo de la abuela con micuit de foie
Secreto ibérico con salsa de miel y mostaza con cama de patatas panadera
Tarta al whisky con chocolate caliente
Cuajada con miel y nueces con perlas de chocolate

El proceso de la foto
Dentro de la Hospedería
Desde el suelo

Relax al sol

Ya os conté nuestra reciente escapada al Monasterio de Rueda pero tenía pendiente enseñar por aquí la cena y alguna instantánea más.
Menos la última foto todas las demás están hechas con mi nueva cámara, una evil que me tiene enamorada :)


Love it

miércoles, 4 de febrero de 2015

Contra el cáncer... se puede...




Ya han pasado 7 largos años desde aquella operación que pretendía acabar con mi cáncer, esa sería la antesala del resto de tratamientos pero todo merecía la pena... todo porque 7 años más tarde estoy contándolo por aquí y lo hago con una sonrisa y orgullosa de superarlo.

Un beso y mucho ánimo a tod@s los que estáis ahora mismo en lucha, en especial a Nacho Mirás al que admiro como a pocos y al que puse voz este fin de semana cuando le escuché en la Cope (Clic AQUÍ para escucharlo)