miércoles, 14 de diciembre de 2011

Resetear


No conozco a nadie que en el fondo no se sienta inferior a su propio ordenador, que no ponga cara de idiota cuando sin saber por qué, de pronto el aparato se bloquea, el cursor deja de obedecer al ratón, la pantalla se apaga y todo el trabajo se pierde en el bosque informático poblado de malvados enanitos. A las radios, televisores y otros cacharros antiguos bastaba con darles un puñetazo para que volvieran a funcionar, pero frente a la rebeldía del ordenador no sirve de nada aporrear con odio el teclado. En este caso, según aconsejan los técnicos, la única solución consiste en resetear, esto es, en apagar e incluso en desenchufar por completo el sistema y en volverlo a encender para que todo empiece de nuevo. Pues bien, resetear es hoy una acción casi mística, que cada cual debería aplicar también a su propia vida cuando uno se siente muy mal, pero no sabe qué le pasa. Volver siempre al principio es una fórmula budista de absoluta actualidad. Cuando arrastrado por la corriente política, con los años te has vuelto en un tipo esquinado de extrema derecha con el pelo teñido de azabache, si te reseteas, puede que vuelva a emerger del pasado aquel chico solidario, ecologista, que quería librar al mundo de la injusticia universal. Cuando el tedio ha desactivado la pasión que sentías por un amante ya gastado, si te reseteas, puede que recuperes aquel novio nunca olvidado del todo o aparezca en el horizonte otro más joven, más guapo y más simpático. Cuando tu cuerpo con la edad se ha convertido en una ruina y no sin razón te crees amortizado para el sexo, si te reseteas, puede que seas aún más feliz dedicándote a la erudición y a cazar mariposas como Nabokov. Cuando uno era una hormiga petulante que creía que este planeta no corría ningún peligro con las centrales atómicas, si te reseteas, tal vez pensarás que la energía limpia se deriva de una inteligencia clara y entonces te harás un militante antinuclear. Cuando te duelen cosas que antes no te dolían y tampoco sabes qué va a ser del mundo ni de ti en el futuro, vete a la cama. Uno se resetea todas las noches durante el sueño. El cerebro se apaga, pone en orden los cables y de ti depende encenderlo cada mañana para ver el sol en la ventana como si fuera la pantalla del ordenador de nuevo iluminada.

-Manuel Vicent (Marzo 2011)-

PD: Ya son más de 200.000 visitas al blog, muchísimas gracias a todos los que pasais por mi rinconcito!!

11 comentarios:

Rose

Qué gran artículo, la verdad. Estoy de acuerdo totalmente con lo que dice el Sr. Vicent. En estos momentos me encuentro de reseteo, fíjate qué oportuno.
Un besote y gracias Duna por compartirlo.

alcorze

Qué gran comentario de Vicent. Resetear es bueno ;)

Enhorabuena por las visitas, demuestran la calidad de tu blog y de lo que escribes.

Nuria

Me ha encantado el artículo, este año 2011 me ha tocado resetear y la verdad es que tras el reseteo todo funciona mucho mejor.
Gracias a ti Duna, por compartir con nosotros Dosis de recuerdos.
Un besito

Virtxo

Gracias a ti por dejarnos leer un poquito de tu vida.
Me ha gustado mucho el texto, grandes verdades.

MVESblog

Vaya, a mi me toco hace unos meses hacer esto... Gran articulo.

Felicidades por las 200.000 visitas ;)

Un beso guapa!
Mi vida en sueños

Anónimo

Enhorabuena Duna por tus 200.000 visitas y por las muchas que seguiras teniendo.Gracias a ti por este magnífico blog.El artículo de Manuel Vincent muy interesante.Un abrazo.

Crispy♥

wow qué chulo! me ha encantado!! :):)

Yas

Qué de visitas, cómo mola!

A mi que un aparato electronico que no controlo se rompa me da una impotencia!!!!!! Ohhh, qué rabia!

Un besote

Anónimo

Pues yo sigo dando hostias al pc, a diestro y sinietro. Sí, sigo con el método antiguo y me funciona. Jijijij.

Maeva

Muy interesante el artículo, y mucha razón lleva el autor, es algo que deberíamos de hacer más a menudo, seguro que irían las cosas mejor, por lo menos a nivel personal, aunque como casi todo, bastante difícil.

Enhorabuena por esas visitas!!

Besos!!

JL

A resetear se ha dicho... A veces es muy necesario aunque, como en los ordenadores, se pueda perder parte de lo trabajado. Un beso.