Día 4: Ópera- Ayuntamiento- Parlamento- Concierto de Ópera

Ópera por fuera

Tranvía

Ópera frontal

 Interior de la Ópera

Este día comenzó con nuestra visita a la Ópera, lugar que me enamoró más por dentro que por fuera.
Tuvimos una guía que nos llevó por diferentes zonas, incluyendo el palco real, escenario, entre bambalinas... contándonos de manera muy amena curiosidades y anécdotas de este lugar. A destacar una anécdota con Monserrat Caballé que nos hizo morirnos de la risa :)

Desde el palco real

Magnífica lámpara

Compramos unos recuerdos en la tienda de la Ópera que ya hemos colocado con otras figuras y objetos de nuestros viajes.
Pasamos por el Museums Quartier o plaza de los museos, acercándonos al Museo de Historia Natural y al Museo de Arte.

Estación de Karlsplatz

Bunny

Homenaje a Mozart

Entrada a la Biblioteca Nacional

Templo de Teseo

Música a cada paso

Acudimos a los jardines Volskgarten donde se encontraba el Templo de Teseo donde un jóven tocaba con su arpa haciendo del lugar algo para recordar.

Pasamos por el Ayuntamiento y la Plaza del Ayuntamiento donde se celebraba durante el mes de agosto el Film Festival (con proyecciones al aire libre) y además había una feria gastronómica con productos de diferentes nacionalidades. Una plaza con muchísimo ambiente.

En el Ayuntamiento

Terraza en plaza del Ayuntamiento

Nos tomamos un café (yo frapuccino) en Starbucks, lugar que siempre visitamos en nuestros viajes, convertido ya en ritual.


Visitamos el Parlamento por fuera que es precioso y por dentro no pudimos porque días atrás había fallecido su presidenta y lo tenían cerrado durante la semana por luto.

Parlamento

Balcón en el Parlamento

:)

Jardines

Sala dorada de la Ópera

Concierto de noche

Volvimos al apartamento para cenar y arreglarnos para ir al concierto de Ópera que nos gustó mucho. En las fotos podéis apreciar lo bonita que era la sala.

Lo mejor del día: El cierre del concierto con la Marcha Radetzky al compás de nuestras palmas guiados por el genial director de la orquesta (os podéis hacer una idea si veis el concierto de Año Nuevo que retransmiten por la tele, puesto que terminan siempre de esta forma)



Lo peor del día: No ver el interior del Parlamento (pendiente para otro viaje)