Hospital Royo Villanova, 16/01/2008 08.15 horas
La fecha que no se puede borrar de mi memoria, el 16 de enero del año 2008, dos meses después de la primera operación, allí, en la consulta del cirujano, en el mismo hospital donde me operaron el 18 de noviembre... mezclandose las palabras en mi mente, sintiendo algo indescriptible, oyendo las palabras que no deseas escuchar pero que ahí están, sabiendo la lucha que vendrá a partir de ahora, programando otra operación para dentro de 15 días, programando tratamientos para después de esta operación, sabiendo que a partir de ahora tendré que visitar a otros profesionales aparte del cirujano, ni una sola lágrima en aquella consulta al oír esa palabra: Cáncer.
La fecha que no se puede borrar de mi memoria, el 16 de enero del año 2008, dos meses después de la primera operación, allí, en la consulta del cirujano, en el mismo hospital donde me operaron el 18 de noviembre... mezclandose las palabras en mi mente, sintiendo algo indescriptible, oyendo las palabras que no deseas escuchar pero que ahí están, sabiendo la lucha que vendrá a partir de ahora, programando otra operación para dentro de 15 días, programando tratamientos para después de esta operación, sabiendo que a partir de ahora tendré que visitar a otros profesionales aparte del cirujano, ni una sola lágrima en aquella consulta al oír esa palabra: Cáncer.
Debo decir que me quedé sin respiración, como sin poder asimilarlo, no sentía nada, ni alegría ni pena, es algo extraño, no lloraba, era un shock tan grande que no te permite reaccionar, por lo menos en mi caso, así fue como lo sentí.
Al tiempo puedes nombrar al cáncer, al principio te cuesta decir esta palabra y sólo te atreves a decir tumor maligno o el nombre técnico que, por cierto, es muy largo y de nombre feo (como diría Carlos en su blog).Haciendo balance del primer año desde la gran noticia en aquella consulta debo decir que estoy fenomenal, tras esa noticia vino la 2ª operación, la radioterapia, la cicatriz en recuerdo, la medicación, la piel quemada, las consultas con oncólogo y radioterapeuta, las cremas, los puntos, la desesperación de no poder andar, los tatuajes azules que me recordarán por lo que pasé, pero todo ello de manera positiva, lo he afrontado y superado lo mejor que he podido y una vez más debo dar gracias a todos los que han contribuido a mi curación.
Ahora queda la época de revisiones y controles para evitar que el tumor de nombre feo y raro vuelva a salir, que aunque hay pocas posibilidades deben controlarme muy de cerca con diferentes pruebas para verificar que va todo bien.A mi familia, amigos, a los médicos y a Óscar muy especialmente, Gracias.
Porque hoy soy feliz...
1 comentarios:
Wapi! ya hace un añito y estas genial! ya veras como todo sale bien de ahora en adelante! un besitoo
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