Reflexiones del 2009

Lo más emocionante: Seguir compartiendo los pequeños momentos con la gente que me quiere, para mí es lo que más me emociona, las pequeñas cosas del día a día que a veces pasamos por alto.

Lo mas emotivo: Poder subirme a un camello en Túnez, cuando pensé que por mi pierna no podría hacerlo, no en esa postura.. y pude!!

Lo mas doloroso: Las recientes muertes de dos conocidos por cáncer y las continuas noticias de más gente cercana con este diagnóstico. Es necesario más investigación y métodos que frenen el avance de la enfermedad, que permitan más tiempo, más vida...

Lo mas sorprendente: Que el radioterapeuta me diera la siguiente cita para dentro de un año, fue en junio y me sirvió para comprender que todo marchaba bien si no me quería ver en tanto tiempo y la sorpresa tan grande que me dió, no me podía imaginar que me dijera eso, tras verle cada poco, que de repente fuera a pasar un año sin acudir a esa consulta...

Lo más divertido: Muchos momentos en el trabajo, en los que me río un montón con los compañeros.

Lo más triste: La cantidad de gente que está en el paro por la maldita crisis, cada familia es un mundo...

Lo más gracioso: En el crucero, ponerme a modo de servilleta el foulard blanco sin darme cuenta y que quedara manchado de chocolate :S

Lo más preocupante: La situación de crisis tan tremenda que nos rodea y que dicen que viene peor para el 2010.

Lo más feliz: Nuestras escapadas (a Port Aventura en abril, a Valencia en septiembre, a Teruel hace unas semanas) fueron unos días geniales.
Me encantó conocer a las belugas en el Oceanografic, me pasé rato y rato observando cómo se movían, me tenían fascinada.

Lo más coñazo: Ser presidenta en las elecciones al Parlamento Europeo allá para junio, todo el domigo metida en un colegio viendo como la gente venía a meter la papeleta en la urna.

Lo más extraño: Jugar una partida de rol, jamás pensé que jugaría a algo así, lo veía raro, diferente, y me encantó conocer el rol jugando en primera persona.

Lo mas inteligente: Perder los kilos que gané con la enfermedad, por el bien de mi salud.

Lo mas curioso: Comprame un foulard en Valencia y a la hora dejarmelo olvidado en un restaurante japonés; curiosamente a los minutos el japonés vino corriendo (bajo la intensa lluvia) a darmelo, me sorprendió muchísimo.