domingo, 18 de abril de 2010

Recordando aquellos veranos





Esos veranos en los que mi felicidad se basaba en estar con mis amigos en la peña escuchando una y otra vez el primer cd de Estopa, cantando todas sus canciones, y hablando de qué chicos nos gustaban o de qué ropa nos pondriamos para el baile, y esas cosas de juventud temprana.
Esos veranos en los que sólo aparecías en casa para comer y cenar ya que el resto del tiempo lo pasabas en la peña con los amigos a los que veías una vez al año y con los que compartías tantas cosas, tantas risas, tantos bailes...

Esos veranos de ropa de batalla para diario y ropa de boda para la misa de domingo.

Esos veranos de subir al sobrao o azotea de la casa a buscar tebeos y pasar horas leyendolos (antes de tener peña) junto a la ropa tendida.
Esos veranos de ver agujeros redondos en muchas puertas de las casas por donde entraban los gatos.
Esos veranos en los que bailabas en la plaza del pueblo todas las canciones que tocaba la orquesta de turno con sombreros de paja.

Esos veranos de calor intenso reuniendonos a la misma hora en el "montículo" (lugar de quedada) para hablar de cosas banales.

Esos veranos en los que no existían los móviles y aún se veían personas en la cabina de teléfono de la plaza del pueblo.
Esos veranos en las peñas con las paredes forradas de sacos de patatas, tan típicas del pueblo y las magníficas fiestas de agosto llamadas "fiestas de la patata", donde se degustaban toda serie de platos preparados con este tubérculo.

Esos veranos donde se acercaba al pueblo gente de fuera como yo (nos llamaban los forasteros) y gente de los pueblos de alrededor y no cabía un alma más en la plaza.

Esos veranos de vermut de domingo con las mejores galas que estabas deseando quitarte al llegar a casa.
Esos veranos en las escaleras de la iglesia jugando a beso, verdad o atrevimiento.

Esos veranos que ibas con la familia al monte a comer tortilla de patata y embutidos y te maravillabas con la cantidad de árboles "enormes" que había, mientras recogías piñas y musgo y respirabas "aire puro".

Esos veranos con mi hermana subidas en la carretilla del abuelo mientras nuestro padre nos llevaba (menuda atracción!!), subir al tractor era toda una experiencia jeje
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Esos veranos que aprendí a jugar a juegos de cartas y ahora no recuerdo ninguno.
Esos veranos con esas despedidas prometiendo escribir cartas que luego llenaban el buzón con la consiguiente alegría (escribía una media de 3-4 cartas a la semana).
Esos veranos con camisetas de Sensación de vivir 90210, vaqueros o mallas y sandalias de esparto (creo que menos de lo de Sensación de vivir, todas las modas vuelven por horribles que estas sean jeje)
Esos veranos viendo pasar a tractores cada minuto, rebaños de ovejas, campos de trigo y girasoles, patatas y remolacha y perros tumbados por las calles.
Esos veranos que ibas a la panadería del pueblo y olía taaaan bien que no sabías que coger, mis preferidas eran las raquetas, un dulce con crema pastelera.
Esos veranos que pasé en mi juventud en Arabayona de Mógica, un pueblo de Salamanca...

Siempre me gustó veranear en el pueblo
...

13 comentarios:

Maeva

Que bonitos recuerdos Duna. Eso es lo bueno de proceder de un lugar diferente al que eres, que tu familia sea de otro sitio, siempre vuelves a ese pueblo y es diferente.
Yo soy de aquí y tooooooda mi familia también, así que no pude hacerlo, jeje.
Me hizo un montón de gracia lo de sensación de vivir,jajja, y las modas... es verdad, todo vuelve y no siempre para bien.

Un beso!

Yas

Y los que nos criamos en un puebo nos vamos de vacaciones a la ciudad, siempre queremos lo que no tenemos!!

Besootes

Rose

Qué maravilla de recuerdos Duna, qué bonito!!!, por muchos mas veranos así, de verdad.

Nuria

Qué bonito Duna!!! nosotros mientras mis abuelos vivían en Barcelona, en Sant Just Desvern íbamos allí los veranos y nos lo pasábamos muy bien, éramos pequeñas; después, cuando se vinieron para Galicia íbamos a la playa pero no fue lo mismo y, por supuesto, nada en comparación con esos recuerdos fantásticos que tú tienes.
Un beso.

Lou Perea

Yo también tuve un pueblo, bueno, lo tengo, pero no lo disfruto, mi marido le tiene alergia...
EL pueblo de mis veranos está al sur de Toledo, es un pueblo de temperaturas extremas, poca vegetación y muchas peñas. Subía al cerro cada día a tocar la campana dela Virgen, así mi abuela sabía que ya emprendía el regreso. Un pueblo en el que no se podía hablar a solas con un chico sin que los viejos que tomaban el fresco hicieran mil y un comentarios. Un pueblo que yo quiero y al que no voy. Mi pueblo, a media noche huele a cerdo y ovejas y se ven más estrllas que en ningún otro pueblo del mundo.
Besos

Lou

Chus

A mi también me encantan los pueblos. Aunque soy de Madrid, desde hace unos 10 años tenemos un pueblo de adopción y solemos ir siempre que podemos a disfrutar de la naturaleza y de buenos paseos al aire libre.

Besos

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Los recuerdos siempre enriquecen nuestros días, es como volver a vivir. Pero cuando podemos regresar al sitio que los inspira y con la gente que lo vivimos siempre hay cambios.
Que lindas imagenes del pasado tienes, amiga
Un beso

Duna

Maeva: La verdad q sí, q todos mis recuerdos del pueblo son buenos y bonitos.
Como mis padres no son de aquí pues tengo lugares a los q ir y ver cosas distintas a las de la ciudad.

Yas: Yo soy de ciudad y me encanta tb veranear en ciudades, lo q cuento en el post son los veranos de mi juventud cuando iba al pueblo y estaba en las peñas con mis amigos, ahora todo eso ha cambiado, todos se han terminado yendo a diferentes ciudades, se han casado, algunos tienen hijos...

Rose: Ahora los veranos son diferentes, viajo con mi marido y descubro lugares increíbles, me encanta viajar!! Y vuelves al pueblo y ya no es lo mismo, cada vez hay menos gente...

Nuria: Como ya he dicho, conservo muchos recuerdos (en mi mente, en forma de camisetas firmadas, cartas, fotos...) y todos buenos.
Me encantaba acudir todos los veranos y reencontrarme con los amig@s.

Lou Perea: Una pena q ya no acudas. En este pueblo tb si te veían con un chico aunque fuera paseando o hablando (no t digo de la mano eh?) ya era tu novio y si al dia siguiente pasabas paseando hacia alguna peña con otro chico diferente ya no te quiero ni contar jejejeeje, para los chismosos no había posibilidad de tener amigos. Un beso

Chus: Qué bueno q podais ir a dar paseos tranquilos y a desconectar. A mí este me cae bastante lejos, no para ir en fin de semana, la verdad, son muchas horas.

Tani: Sí, lo bueno es q puedo volver, aunque las cosas ya no son como antes pq todos "han hecho su vida" y han dejado el pueblo la mayoría, pero los recuerdos siempre están ahí :)

KROL

qué bonito!
cuanta añoranza se tiene a los lugares de veraneo, sobre todo si llevas yendo desde pequeña, a mí me pasa igual!
besitos.x

Princesa

Me he sentido de lo más identificada en este post¡¡yo tb pasaba los veranos así jeje

mariposa

A veces pienso que mal irían las cosas si no recordáramos nuestro pasado..Olvidar lo que has vivido debe ser angustioso..Así que disfrutar de los recuerdos es síntoma de que has vivido tiempo felices y eso es un regalo....un besito

Anónimo

Hola Duna,
Yo también he veraneado siempre en Arabayona (mi madre es de allí) y tengo tan buenos recuerdos como los tuyos. Nos ha encantado tu blog, pero no te identifico.
Me puedes decir de qué familia eres? Yo soy nieta de Paula.
Un abrazo

Duna

Anónimo: Si quieres escríbeme al correo que aparece en el blog (a la izda) y te cuento o dame tu e-mail para ponerme en contacto contigo.
Un saludo!!