No conozco a nadie que en el fondo no se sienta inferior a su propio
ordenador, que no ponga cara de idiota cuando sin saber por qué, de
pronto el aparato se bloquea, el cursor deja de obedecer al ratón, la
pantalla se apaga y todo el trabajo se pierde en el bosque informático
poblado de malvados enanitos. A las radios, televisores y otros
cacharros antiguos bastaba con darles un puñetazo para que volvieran a
funcionar, pero frente a la rebeldía del ordenador no sirve de nada
aporrear con odio el teclado. En este caso, según aconsejan los
técnicos, la única solución consiste en resetear, esto es, en apagar e
incluso en desenchufar por completo el sistema y en volverlo a encender
para que todo empiece de nuevo. Pues bien, resetear es hoy una acción
casi mística, que cada cual debería aplicar también a su propia vida
cuando uno se siente muy mal, pero no sabe qué le pasa. Volver siempre
al principio es una fórmula budista de absoluta actualidad. Cuando
arrastrado por la corriente política, con los años te has vuelto en un
tipo esquinado de extrema derecha con el pelo teñido de azabache, si te
reseteas, puede que vuelva a emerger del pasado aquel chico solidario,
ecologista, que quería librar al mundo de la injusticia universal.
Cuando el tedio ha desactivado la pasión que sentías por un amante ya
gastado, si te reseteas, puede que recuperes aquel novio nunca olvidado
del todo o aparezca en el horizonte otro más joven, más guapo y más
simpático. Cuando tu cuerpo con la edad se ha convertido en una ruina y
no sin razón te crees amortizado para el sexo, si te reseteas, puede que
seas aún más feliz dedicándote a la erudición y a cazar mariposas como
Nabokov. Cuando uno era una hormiga petulante que creía que este planeta
no corría ningún peligro con las centrales atómicas, si te reseteas,
tal vez pensarás que la energía limpia se deriva de una inteligencia
clara y entonces te harás un militante antinuclear. Cuando te duelen
cosas que antes no te dolían y tampoco sabes qué va a ser del mundo ni
de ti en el futuro, vete a la cama. Uno se resetea todas las noches
durante el sueño. El cerebro se apaga, pone en orden los cables y de ti
depende encenderlo cada mañana para ver el sol en la ventana como si
fuera la pantalla del ordenador de nuevo iluminada.
-Manuel Vicent (Marzo 2011)-
PD: Ya son más de 200.000 visitas al blog, muchísimas gracias a todos los que pasais por mi rinconcito!!
11 comentarios:
Qué gran artículo, la verdad. Estoy de acuerdo totalmente con lo que dice el Sr. Vicent. En estos momentos me encuentro de reseteo, fíjate qué oportuno.
Un besote y gracias Duna por compartirlo.
Qué gran comentario de Vicent. Resetear es bueno ;)
Enhorabuena por las visitas, demuestran la calidad de tu blog y de lo que escribes.
Me ha encantado el artículo, este año 2011 me ha tocado resetear y la verdad es que tras el reseteo todo funciona mucho mejor.
Gracias a ti Duna, por compartir con nosotros Dosis de recuerdos.
Un besito
Gracias a ti por dejarnos leer un poquito de tu vida.
Me ha gustado mucho el texto, grandes verdades.
Vaya, a mi me toco hace unos meses hacer esto... Gran articulo.
Felicidades por las 200.000 visitas ;)
Un beso guapa!
Mi vida en sueños
Enhorabuena Duna por tus 200.000 visitas y por las muchas que seguiras teniendo.Gracias a ti por este magnífico blog.El artículo de Manuel Vincent muy interesante.Un abrazo.
wow qué chulo! me ha encantado!! :):)
Qué de visitas, cómo mola!
A mi que un aparato electronico que no controlo se rompa me da una impotencia!!!!!! Ohhh, qué rabia!
Un besote
Pues yo sigo dando hostias al pc, a diestro y sinietro. Sí, sigo con el método antiguo y me funciona. Jijijij.
Muy interesante el artículo, y mucha razón lleva el autor, es algo que deberíamos de hacer más a menudo, seguro que irían las cosas mejor, por lo menos a nivel personal, aunque como casi todo, bastante difícil.
Enhorabuena por esas visitas!!
Besos!!
A resetear se ha dicho... A veces es muy necesario aunque, como en los ordenadores, se pueda perder parte de lo trabajado. Un beso.
Publicar un comentario