Día 6: En crucero por el Danubio, visita a Melk y Krems

 

Abadía bajo el arco

Techo pintado

Frontal de la Abadía

Texturas

Nuestro día comienza cogiendo un tren que nos lleva a Melk, nuestra primera parada.
Allí la joya de la corona nos espera, la Abadía de Melk, donde se inspiró Umberto Eco para su libro El nombre de la rosa (uno de sus protagonistas se llama Adso de Melk).
Fundada en 1089, domina el Danubio desde lo alto de un acantilado rocoso, próximo al valle de Wachau. Son particularmente destacables la iglesia de la abadía y la impresionante biblioteca.

Órgano de la iglesia

Iglesia de la Abadía

Interior

Cornamusa ;)

Tras la visita de la Abadía dimos un paseo por el pueblo y compramos un recuerdo, la Venus de Willendorf, estatuilla antropomorfa femenina de entre 20 000 y 22 000 años a.C. Fue hallada en un yacimiento paleolítico cerca de Willendorf (Austria), a la orilla del Danubio.
 

En lo alto

Valle de Wachau

Perdido en el bosque

Comimos allí y nos dispusimos a coger el ferry que nos llevaría a Krems a través del valle de Wachau viendo unos paisajes impresionantes.
Nos tomamos unos tés con leche en el ferry para relajarnos mientras admirábamos el paisaje.

23 Muahahaaa

Jardín de una casa privada

Paseando por Krems

Al llegar a Krems me enamoró esta ciudad pequeñita y medieval. Estuvimos callejeando descubriendo rinconcitos y nos paramos a merendar en una cafetería del centro.

Cafés, agua, Nutella...

De vuelta cogimos un tren que nos llevaría de nuevo a Viena.

Lo mejor del día: Admirar el valle de Wachau en el ferry mientras entrábamos en calor con un té con leche, ese día íbamos de manga larga (yo estrenando mi camiseta 100% Love)

Lo peor del día: El tiempo tan encapotado, las fotos no quedan igual.